Hola quien sea que lea esto xD
Solo quería dar dos avisos, primero:
-En algunas de mis fics que ya terminaron les hacen falta capítulos, no se por que desaparecieron pero las estuve revisando y pues están incompletas, algunos se movieron de lugar, así que si notan que no hay concordancia verifiquen los números y si faltan es que fueron eliminados, quizás vuelva a subirlos, no sabría decir cuando porque en realidad ya no se si alguien los lee.
Segundo: muy pronto quizás deje de escribir fics en este espacio ya que he notado la falta de atención que da google o sus creadores a blogger, entonces me recomendaron wattpad y aunque su diseño no me convence, pues ni modo, aun así les estaría agradecida si me siguen en mi cuenta (http://www.wattpad.com/user/AyshaneEva/about) No se bien como funcionen ahí las cosas pero espero sean notificadas cuando subí el primer capi de mi siguiente fic y el primer capi de la segunda temporada de la fic que ya esta en publicación en estos momentos http://tuvstuyyovsyo.blogspot.mx/
De antemano muchas gracias por su atención, se cuidan y mucha suerte en todo ;)
4 de junio de 2015
10 de septiembre de 2014
~After the end~ Epilogo
Epilogo
Se escucha el timbre
sonar.
El tiempo había pasado
y seguía sin detenerse. En su hogar reinaba la unión familiar y todos los días
podían notarlo, nunca estaba en silencio pero tampoco había tristeza y eso era
lo que mas agradecías.
Tom camina hacia la
puerta y abre, afuera se encontraba Bill, su hermano quien venia a visitarlos
como cada mes.
Tom: hermanito –sonríe.
Bienvenido
Bill: Hola Tom
Ellos se saludan en un
abrazo de hermanos y entran a la casa.
Bill: ¿y este silencio?
¿Dónde esta el equipo de futbol?
Tom: con (tu nombre)
están terminando de desayunar
Bill: vaya, ya me
parecía raro la paz.
Tom sonrió y después
grito.
Tom: Niños ¡el tio
Bill ya llego!
De pronto se escucharon gritos y sillas cayendo, pasos de alguien corriendo se escucharon, ambos
miraron hacia el pasillo del comedor y de pronto aparecieron los gemelos
sonriendo.
Habían pasado 7 años
desde que los gemelos habían nacido, ya estaban grandesitos y realmente tenían
una gran capacidad para hablar horas y horas de tantos temas que conocían en
tan corta edad.
Los gemelos habían sido
una gran experiencia en nuestra vida, habían sido los primeros bebés que
habíamos tenido por nuestra cuenta y realmente nos costo algo adaptarnos a
todas sus necesidades, desvelos, llantos, ropa sucia todo el momento, pañales
sucios, etc. Pero aun asi de todo aquel tiempo de canas verdes, estaban esos
momentos que hacían que todo valiera la pena las primeras sonrisas, muecas tiernas,
manitas pequeñas, ropa tierna, primeros pasos, primeras palabras, todo lo hacia
valer la pena.
Tom había estado ilusionado con ambos, esperaba siempre el momento para poder llevarlos consigo
a juegos de fútbol y basquetbol mientras que yo los cuidaba lo mas que podía,
los pequeños Kiliam Noé y Matias Uriel, nombre bastante diferentes que Tom me
había dado el gusto de escoger.
Kiliam: ¡Tio! ¡Tio!
Adivina! Adivina! –emocionado conteniendo su alegría.
Bill: ¿Qué hicieron
ahora? –sospechando alguna travesura.
Matias: no hicimos,
encontramos –sonrió.
Bill: a si, se puede
saber del jardín de que vecino?
Kiliam: nada de eso,
esta vez fue en el rancho de loa abuelos, mira, muéstraselo Mat –mirando a su
hermano que rebuscaba en la bolsa de su short militar.
Matias: mira!!
De pronto el niño de
cabello rubio cobrizo que cubría parte
de sus ojos, le mostró a Bill una pequeña vivora que mostraba su lengua,
enredándose en la mano del niño.
Bill: ¡Ah! ¡Tira eso
niño! –asustado por la sorpresa.
Ambos niños rieron del
rostro de su tío por la sorpresa de ver al pequeño Kiu, una víbora de agua que hace días habían encontrado en el rió cercano al rancho de sus abuelos
maternos. Tom y tu les habían permitido quedársela puesto que no eran venenosas
y ademas era pequeña.
Tom: tranquilo
hermanito, no te morderá –burlándose.
Bill: ja-ja gracioso,
sabes que no me gustan esos animales, son tan…escurridizos ¡Eww! Me dan ñañaras
de tan solo verlos.
Matias: yo creo que son
lindos
Kiliam: ademas sirven
para asustar a las niñas –sonrió.
Bill: niñas ¿Hu?
Apuesto que a Coraline no le debe dar gusto tenerla en casa
Kiliam: ella es una
niña rara Tio Bill, ella ni siquiera grito cuando la vio, solo dijo que no la quería en su recamara
Matias: ¡es cierto! ¡es
cierto! Ademas la sostiene en su mano como si nada.
Tom: eso es porque es
igual de valiente que su padre –sonriendo con los gemelos.
Bill: por cierto ¿Dónde
esta?
Matias: debe estar
terminando de desayunar con mamá, ella no es una vaca loca como nosotros
–rolando los ojos al recordar las palabras que su hermana menor usaba al
referirse a ellos.
Kiliam: esta chiflada
–tranquilo.
Matias: lo esta
Tom: ya, ya, vamos
niños, su mamá debe estar esperando a que regresen a desayunar y Matias lava
tus manos antes de comenzar a comer de nuevo hijo.
Matias: sí papá!
Ellos corrieron por el
corredor desapareciendo en la entrada a la cocina.
Bill: ¿Cómo ha estado
(tu nombre)?
Tom: bien, ya sabes, ya
no se preocupa tanto, esta acostumbrada a los síntomas
Bill: debería de, mira
que ya casi tendrán el jardín de niños
Tom: -rio- no seas
exagerado hermanito, ademas debo cubrir tus vacantes, con eso de que tu no le
das nietos a mamá
Bill: ¡ni me lo
recuerdes! Ha estado consiguiendo citas con sus conocidas para mí, es que caso no
puede entender que mi trabajo es primero?
Tom: eso decía yo y mírame
Bill: pero (tu nombre)
te atrapo bien y bonito, tu no tenias salvación
Tom: por favor! Si tu
fuiste su cómplice en nuestra relación
Bill: agradecerme
deberías en vez de reclamarme
Ambos hermanos
sonrieron mientras Tom abrazaba a Bill para hacerlo cerillito en la cabeza, el
gemelo menor reia y gritaba por ayuda cuando ambos entraron a la cocina.
Bill: ¡(tu nombre)!
¡ayuda! –grito intentando zafarse.
Tu: ¡Tom! Deja a tu
hermano en paz –gritaste a ambos que forcejeaban luego escuchas la voz de
Matias.
Matias: ¡mamá! Kilian
esta robando mis hot cakes
Tu: Kiliam deja a tu
hermano en paz! –repitiendo la historia. A ver todos ¡ya basta! –gritaste y
todos te miraron. Quieren por favor sentarse a desayunar y después se matan
todo lo que quieran. –seria mirándolos.
Todos al unisono
respondieron un “ok” agradeciste y ellos caminaron a la mesa.
Luego de los gemelos
había quedado embarazada por segunda vez pero esta vez de una pequeña niña a la
cual Tom quiso llamar Coraline, la princesa del hogar, cuando los gemelos la
habían visto habían quedado encantados por lo pequeña que era en comparación a
ellos, que ya tenían 2 años y medio, ellos sabían muy bien que debían cuidarla
cuando nosotros no estuviéramos porque ella era delicada y su hermana menor.
Aun asi cuando ella fue creciendo comenzó a tomar las riendas, puesto que era
fuerte, algo mandona y llena de energía. Era el encanto de Tom ya que el
siempre había querido que tuviésemos niñas y su sueño se había cumplido. En
físico se parecía a su madre pero en actitud era la misma copia de Tom y eso es
decir mucho.
Coraline: ¡Tio Bill!
–grito con felicidad.
Ella salto sobre la
silla con su traje de tutu rosa que siempre queria llevar, soñaba con que era
un hada que cumplia los deseos de la familia.
Bill: ¡Sobrina! ¡dame
esos cinco! –se dan un juego de manos- y mi beso de bienvenida –se acerca y
ella le da un beso en la mejilla.
Coraline: ¡me trajiste
algo?
Bill: oh sí! –sonrio-
¡una Granada contra camiones blindados! ¿te gustan?
Coraline: ¡síiiii! –salto
riendo de felicidad.
Tu: hey, armas en casa
no, ya les dije.
Ellos te miraron y
luego se miraron.
Bill: ni modo pequeña,
será para la próxima.
Coraline: bien –sonrio.
Bill camino para
saludarte de beso en la mejilla.
Bill: ¿Cómo ha estado
la cuñada mas rechoncha de la casa?
Tu: ja-ja gracioso –le
enseñaste la lengua. El que este embarazada no quiere decir que no pueda
golpearte Bill, eh.
Tom: tiene razón, hazle
caso –por experiencia propia.
Bill: es broma
cuñadita, nunca me burlaría asi de mis futuros sobrinos y de ti –sonrio. ¿Cómo
te has sentido?
Tu: lo mismo de
siempre, algo de nauseas, cansancio y hambre. ¿Quieres desayunar con nosotros?
Bill: por supuesto.
Él se sentó junto a
Coraline, quien por cierto lo adoraba, aun a veces mas que a Tom y eso a él lo
ponía celoso. Todos desayunamos como una gran familia, desde que los gemelos
habían nacido Bill venia a visitarnos lo mas seguido que podía o también actuaba
de niñero cuando Tom y y no
necesitábamos un descanso, la verdad era que él era un gran hermano y un gran
amigo.
Luego del nacimiento de
Coraline nos tomamos un tiempo para cuidar a nuestro tres niños pero luego
de unos 5 años, la misma edad de Cora,
un embarazo mas vino, ahora llevaba 6 meses
y habíamos descubierto que eran gemelos de nuevo pero esta vez era un niño y
una niña. Nos había sorprendido tanto su
llegada, muchas veces aun no lo creíamos pero en cuanto les contamos la noticia
a los niños, estuvieron muy felices, aun mas Cora porque por fin tendría una
hermanita, se sentía algo sola al ser la única niña entre los gemelos.
Luego del desayuno Tom
debía llevar a Cora a su clase de ballet y a los gemelos a su clase de fútbol. Cuando todos se fueron yo por fin pude darme un baño e ir a dar una vuelta a mi
tienda de ropa. Me había ido bastante bien con mis diseños y estaba pronta a
abrir otra sucursal, la cual aun estaba en remo-delación pero debido a mi
embarazo mi hermana era la encargada de ver como iban todas las cosas en ella.
La tarde había llegado
y también los niños quienes llegaban directo a hacer todo un remolino de
juguetes en la casa, no sin antes saludar a sus hermanos, es decir cada uno
daba un beso a mi panza de embarazada.
Coraline: mamá ¿crees
que Caroline se parezca a mi?
Tu: por supuesto, ambas
serán muy, muy guapas –sonreíste.
Coraline: ¿enserio?
¿soy guapa?
Tu: por supuesto
cariño, eres igual a mi, ambas somos unas mujeres muy sexis.
Coraline: y fuertes
¿verdad?
Tu: claro que sí
Sonreíste al ver como
ella corría con sus pequeñas botitas de vaquera, otra falda de tutu pero roja,
una blusa negra con una carita feliz y antenitas de catarina. Le gustaba
vestirse a su manera y tu dejabas volar su creatividad. De pronto sientes que
algo rosa tu pierna, giras y ves a Buñuelo con su correa en su boca para su
paseo diario.
Tu: por supuesto que si
cariño, es hora de tu paseo.
Buñuelo ya no era mas
mi pequeño cachorro, era todo un guardián fuerte y cariñoso con los niños. Los gemelos amaban jugar con él y vestirle de dragón mientas que Coraline siempre
le colocaba coronas y alas de hada madrina. Es decir, en esta casa tampoco
había descanso de niñera ni siquiera para la mascota del lugar.
Los niños había
preferido quedarse a jugar video-juegos con Bill, así que en el paseo solo
iríamos Tom y yo, a pesar del embarazo me gustaba mucho caminar, eso me relajaba. En el camino Tom llevaba a Buñuelo que olfateaba todo.
Tom: que bueno que Bill
vino, ahora los niños jugaran con él
Tu: sí, pobre, son sus
días de descanso y siempre termina mas cansado con ellos. –sonreíste.
Tom: bah! A él le gusta
pasar tiempo con ellos, con eso de que siempre esta pensando en visitarnos
Tu: quizas se siente
solo
Tom: necesitamos
conseguirle una novia –sonríe como si fuese una gran idea.
Tu: -lo miras recelosa-
recuerdas la ultima vez que le hiciste una cita a ciegas?
Tom: -piensa- ah…sí, no
me hablo durante todo un mes…-piensa de nuevo- creo que es mala idea ¿no? El
que yo me meta en sus asuntos
Tu: -asientes- aprendes
rápido cariño
Deslizaste tu mano
hacia la suya y lo tomaste para seguir caminando juntos. All llegar a casa
notaron el silencio que había en ella puesto que los tres niños y su tio veían una película que los tenia
imposibilitados de parpadear. Estabas en la cocina sonriendo de tan rara y
encantadora escena. Tom llego unos segundos después y miro lo mismo que tu.
Tom: supongo que viene
de familia
Tu: así es –sonreíste.
Tom: ven cariño
Él te tomo de las manos
e hizo que lo abrazaras mientras el te abrazaba a ti. Sabia muy bien que te
encantaba y relajaba el que te abrazara por cosas de depresiones de embarazo y
eso.
Tu: estoy tan gorda…
Tom: claro que no, solo
estas llena de amor
Tu: no
ayudas…-pucheros- ¿recuerdas cuando estaba super delgada? Que me ponías a
entrenar contigo
Tom: sí lo recuerdo,
pareciera que hubiese sido ayer. Eras muy buena, lo sigues siendo
Tu: solo me mañoseabas
admítelo –te recargaste en su pecho.
Tom: -sentiste su pecho
vibrar en una pequeña risa- sí, la verdad sí, aprovechaba para mañosear tu
cuerpo
Tu: y mira las
consecuencias de tus calentura, 5 vidas mas en nuestra familia –lo miraste
recelosa.
Tom: -rio un poco mas-
¿pero que dices? Si tu estuviste de acuerdo mujer.
Tu: ¿yo?! ¿Cuándo?
Tom: recuerdas que los
gemelos fueron producto de aquella cena romantica tuya, de hecho hasta
colocaste un colchón en la estancia que mira hacia el jardon y nos pasamos todo
un dia sin levantarnos de el.
Tu: -sonrojada
sonreíste- bueno no quería que la llama de nuestro matrimonio desapareciera.
Ademas debo recordarte que Cora fue producto de cuando me secuestraste en tu
auto y me llevaste a esa colina solitaria, donde lo hicimos en los asientos
traseros toda la noche.
Tom: -rio sonrojado-
dijiste que había sido la mejor noche de nuestras vidas.
Tu: lo fue –sonrojada
sonreíste de nuevo- no me arrepiento de nada…-lo miraste con ternura y él a ti-
Tom: los segundos
gemelos donde fueron?
Tu: esas “vacaciones”
que nos regalo Bill ¿recuerdas? Que nos fuimos por una semana a vivir nuestro
matrimonio
Tom: oooh cierto,
soledad para dos –sonrió- deberíamos hacerlo de nuevo
Lo miraste sorprendida
a tremenda idea.
Tu: es que acaso no
crees que los niños duelen? Si tu fueses quien los tuvieras, con gusto te
embarazaría, señor poderoso
Ambos reían de todas
las ocurrencias que sucedían cuando estaban juntos. Luego de unas horas los
niños y Bill estaban dormidos en el sillón. Tom tomó a los gemelos, uno en cada
hombro y los llevo a su recamara. Luego bajo por Coraline y la recostó en su
recamara también. Tu por mientras le habías dado sabanas y almohadas a Bill para
que durmiera cómodo en el sofá/cama. Te despediste de él y cuando subías pasaste a darle un beso de buenas noches a todos tus bebés. Primero los gemelos
y luego Cora. Ya en le habitación ambos tu y Tom, siempre caían rendidos luego
del gran dia. Lo único que hacían era darse un beso y acomodarse para dormir.
Él acariciaba tu vientre cuando los gemelos aun estaban moviéndose y eso hacia
que se tranquilizaran y tu pudieras dormir.
Tres meses después....
Tom: ¡Bill! Necesito
que vengas rápido
Bill: ¿Qué sucede?
Tom: es (tu nombre)
esta en trabajo de parto y necesito que cuides de los niños mientras la llevo
al hospital.
Bill: enseguida estoy
ahí, nos vemos
Tom: gracias
Ambos cortan las
llamadas. Tom te ayudo a subir al auto mientras respirabas contando para
controlar los dolores. Los niños se quedaban con una vecina mientras Bill
llegaba y ustedes se iban. Ya en el hospital donde ya te conocían puesto que
habían sido el mismo que había visto tus partos anteriores.
Hicieron toda la
rutina que conocías de anteriores experiencias. Mientras esperabas en la sala
de partos por Tom y el doctor, sentías las contracciones cada vez mas fuertes.
De pronto las puertas se abren y entran ambos.
Tu: ¡Tom! –gritaste y
el corrió a tu lado.
Tom: ya estamos aquí,
cariño, tu puedes hacerlo. Eres fuerte nena, lo eres.
Tu lo miraste con gotas
de sudor cayendo de tu rostro e intentaste sonreír. En eso una contracción
fuerte vino y gritaste. El doctor ordeno pujar y fue asi como diste el mayor
esfuerzo de tu vida de nuevo. Ambos, tu y Tom, daban lo mejor de sí para con
sus hijos, pronto tendrían dos mas y la aventura comenzaría de nuevo, por ahora
solo esperaban tenerlos en sus brazos. Luego de unos minutos el primer llanto
se escucho, ambos miraron al pequeño bebé que se movía valientemente en las manos del doctor, él les mostró a su pequeño hijo quien lloraba con fuerza.
Tu: Noá –sonreiste- se
llamara Noá Daniel –miraste a Tom quien asintió sonriendo.
Luego de nuevo debías
esforzarte porque faltaba la pequeña Caroline, ella tardo un poco mas, pero
luego de un rato por fin pudieron escuchar su llanto. Tenia una voz bastante
fuerte al igual que su hermano pero ella solo movia sus manitas y se mantenía
calma cada vez que sentía brazos. Cuando los cargaste por primera vez ambos se
quedaron bastante cómodos en tus brazos, hacían pequeños soniditos como si se
sintieran tranquilos pero confundidos.
Tom: son preciosos
Tu:¿ a que si? –los
miraste- el pequeño Noá y la pequeña Caroline
Luego de una semana los
bebés por fin estaban en casa, la cual seguía siendo igual de ruidosa pero con mucho
espacio y amor para los nuevos inquilinos. Por lo general los tenias siempre
acostaditos en su porta bebés para que estuvieran con sus hermanos, los cuales
siempre querían verlos.
Matias: ¡mamá! Los
bebés huelen mal
Tu: deben estar sucios
de sus pañales –lo miraste- ¿me harian el favor de cambiarlos?
Matías: esta bien
–sonrio- los hermanos mayores son quienes mandan ¿no?
Tu: sí y son quienes
deben cuidar a los bebés
El asintió y corrió con
Kiliam en busca de los pañales. Debías cuidar a los 4 por igual pero a veces sí
era bastante trabajo, por eso tu mamá venia a verlos también muy seguido. Ella
por supuesto aun no aceptaba a Tom en la familia aunque sí queria mucho a sus
cinco nietos porque decía que ellos tenían mas sangre de tu familia que la de
Tom.
Tu: ¡niños llego la
abuela! –gritaste desde la cocina y los tres mayores corrieron a saludarla.
Esther: ¿Dónde están
mis nietos?
Los tres mayores
gritaton al unisono pero pronto les dijiste que bajaran el volumen porque
podían despertar a los 2 mas menores. Ellos se disculparon y luego fueron con
su abuela quien les llevaba regalos, salieron a jugar al jardín con buñuelo que
amaba seguirlos a todas partes o a veces dormía con los bebés haciendo guardia.
Tu: hola mamá ¿Cómo
estas?
Esther: bien hija, ya
sabes de aquí para allá
Tu: sí, gracias pro
venir a ayudarme un poco, los niños realmente tienen mucha energía y yo aun no
recupero la que perdí en el parto
Esther: y el indigno de
tu esposo ¿Dónde esta? De seguro ya huyó
Tu: mamá –la regañaste con la voz- Tom debe trabajar y eso lo sabes. No puedo creer que ya después de
5 nietos que te ha dado lo sigas odiando
Esther: mis nietos son
punto y a parte a ellos los adoro pero ese canalla debería cuidarlos, va a ver
cuando llegue, me escuchara –seria.
De pronto uno de los
bebés lloro y tu mamá encantada corrió a cargarlo. Sonreíste al verla feliz de
cuidarlos aun a pesar de todo, quizás solo fingía que odiaba a Tom, solo quería ser dura con él para que cuidara bien de ti, en fin, esa era tu familia y la
querías como tal. En todo el dia estuviste al tanto de los niños con tu mamá,
ya que aun debías amamantar a los dos menores. Después la noche llego y con
ella Tom quien había comprado cena para que tu no te presionaras, tu madre lo
regaño una y otra vez por haberte dejado sola, pero tu solo sonreías con él y
él contigo.
Los días transcurrían
sin tiempo para detenerse a esperar, las cosas iban como viento en popa, los
días nunca eran aburridos o repetitivos en tu casa siempre había algo que hacer,
si no eran obras escolares eran juntas de padres y si no era eso eran cosas de
sus trabajos, pero su dia a dia parecía no tener fin.
Luego de un largo dia
de travesuras y travesías, su alcoba de casados era a que les brindaba esa paz
que ambos necesitaban. Siempre que entraban solo podían dejarse caer en las
colchas de la cama respirando profundo y dejando el cuerpo relajarse.
Estabas recostada junto
a Tom mientras ambos miraban el techo.
Tu: ¿pusiste seguro a
las puertas?
Tom: sí
Tu: ¿le dejaste comida
a Buñuelo?
Tom: sí…
Tu: entonces terminamos
por hoy ¿no?
Tom: supongo…
Te acurrucaste en forma
casi fetal mirando a Tom quien seguía pensativo mirando el techo.
Tu: ¿cansado?
El te miro directo a
los ojos con bastante tranquilidad.
Tom:
bastante..-susurro-
Abriste tus brazos y lo
atrajiste a tu pecho donde lo abrazaste
y él te abrazo a ti.
Tu: me gustan estos
momentos del dia, cuando solo estamos tu y yo –sonreíste-
Tom: los diablillos
duermen y tu eres toda mía de nuevo –beso tu pecho.
Tu: como en el
principio…-pensaste- quien iba a decir que terminaríamos asi ¿tu alguna vez lo
pensaste?
Tom: no, siempre creí que me haría viejo y no tendría hijos…
Tu: y mírate ahora,
padre de 5 –ambos rieron.
Tom: un feliz padre….
Ambos hablaban mientras
se aferraban el uno al otro, a pesar de tener una gran familia cuidaban de
no dejar que su matrimonio se partiera
porque sabían que eso era la base de toda su familia, no quería fallarles a sus
hijos ni a las promesas que un dia se hicieron. No querían perder lo que tanto
lucharon por obtener.
Nos habíamos dado un
baño para poder dormir tranquilos, mientras Tom terminaban de ducharse yo
cepillaba mi cabello, vestía una bata de vestido, bastante fresca, espere a que
mi cabello se secara un poco y después me recosté. Minutos tarde Tom salió del
baño ya con su pantalón de dormir. Lo mire dejar su toalla en una silla
extendida y después camino hacia la cama. Al instante nos buscamos como siempre
hacíamos cada vez que nos queríamos abrazar. Sus brazos pasaron por mi cintura y
besaron mi frente, acaricie su pecho y luego bese sus labios.
Tu: te amo cariño…
Ambos se miraron con
tremenda ternura y comprensión.
Tom: yo también te amo
princesa…
Encantada por su
respuesta volví a recostarme en su pecho, podía escuchar su corazón palpitar
fuertemente, su calor se impregnaba en mi cuerpo asi como el mio en el de él.
Si alguien alguna vez
me pregunta si me arrepentía de las decisiones que he tomado en mi vida,
respondería que no, porque todas y cada una me llevaron hasta donde estoy hoy,
en el lugar mas perfecto del planeta para mi y no lo cambiaría para nada.
Se que vendrán tiempos difíciles
o mas felices pero sea lo que sea sabre que tendré a personas que me quieren y
me apoyan a mi lado y que a pesar de que el tiempo pase siempre estará ese
alguien quien tomara mi mano hasta el final del camino.
FIN.
Bueno chicas, eso fue todo de esta fic, espero les haya gustado
todo esta narración desde el principio de los capítulos hasta el
final. Muchas gracias por su tiempo invertido y sé que muchas
veces tarde en subir cap pero pues como ya les he dicho antes
las cosas estan cambiando y ya no es lo mismo desde que escribí
mi primera fic, si bien todo esto empezó por puro deshago de historias
repentinas que venían a mi mente, todo tomo un diferente rumbo después
En fin, espero haberlas ayudado a soñar tan siquiera por un rato, las quiero,
se cuidan mucho y nos vemos en futuras fics y si no pues fue un gusto
haberlas conocido :)
¡Ciao, ciao!
28 de julio de 2014
Misión no. 62 S.O.S. (The end)
Él te ayudo a subir con
tu vestido y despues quito los amarres, lo miraste hablar con el encargado del
lugar y ya después Tom subió contigo. Escendio los motores y tú lo miraste.
Tu: ¿sabes conducir?
Tom: por supuesto
cariño, básico en la vida de un oficial
Hiciste una mueca de
sorpresa irónica a lo que él solo sonrió. Como estaban en la parte alta del barco podías sentir la brisa del atardecer frente a ustedes. Miraste hacia el
fondo y podías ver como se alejaban de tierra. Tu velo se movía con el viento
de manera mágica. Lo tomaste y quitaste para después dejarlo ir con el viento.
No te sentías triste ni dudosa, sabias que habías hecho lo mejor.
Habían estado unos
minutos así, alejándose de todo un poco. Tom paro el barco y soltó anclas. Bajo
a revisar algunas cosas a los camarotes, mientras tú fuiste a ver el frente del
barco detenido. Era hermoso, todo, la brisa, la imagen del sol brillando con
sus últimos rayos en el agua cristalina mientras qu en el fondo podías ver el
puerto muy pequeño. El movimiento del yate era lento y realmente relajante, te
sentaste en el suelo a observar la grandiosa imagen del lugar. Sentiste que
algo caliente cubrió tus hombros, te giraste y Tom te habia colocado una
pequeña manta. Ambos sonrieron, él se sentó a tu lado y coloco una de sus manos
en tu espalda. No decían nada, tan solo miraban juntos el mundo siendo solo
para ustedes.
Suspiraste parpadeando para después lentamente caer dormida
profundamente en los brazos de morfeo.
Fue tan celestial la
manera tan cálida y suave de dormir en esos momentos, era una paz que no habías
sentido hacia mucho tiempo.
Capitulo 62
Repentinamente sentí la
necesidad de abrir mis ojos ¿Dónde me encontraba? ¿Por qué todo se movía? Oh
cierto, la huida.
Suspire algo cansada,
lo primero que mis ojos vieron fue un cuello, curvatura perfecta, venas
marcadas y piel clara deliciosa para besar. Tom observaba el horizonte mientras
me tenía recostada a su lado, cuidándome, después de unos segundos de
observarlo tan tranquilo él me miro. De una manera sonriente y tranquila me
hablo.
Tom: hola
Tu: hola ¿dormí mucho?
Tom: unos minutos, no
es nada.
Lo mire aun tendida
sobre uno de sus brazos, no decíamos nada, tan solo nos mirábamos. Con una de
mis manos recorrí su mejilla, lo acaricie con delicadeza, él tomó mi mano y la
acaricio aun mas con su rostro para después besarla con delicadeza. Ambos
sonreímos, era un momento realmente meloso.
Tu: no puedo creer que
aun tenga este vestido puesto.
Tom: yo creo que te ves
linda
Tu: ¿linda? Estaba por
casarme con alguien mas con este atuendo y te parece lindo?
Tom: pero no te
casaste, así que ahora sí me lo parece
Hice un gesto de “como
tu quieras” para después sentarme a la par de él. Ambos mirábamos como el sol se estaba ocultando, pronto anochecería. Recosté mi cabeza en su hombro y él
coloco la suya sobre la mía. Lo empuje de manera sutil con mi hombro para que después él hiciera lo mismo. Era un juego tan simple pero tan divertido entre
los dos. Luego de molestarnos un rato, me abrazo con fuerza besando mi mejilla.
Luego beso mis labios, los beso de manera repetida en besos simples pero lindos.
La noche había caído
sobre nosotros, pero realmente el barco había soltado anclas así que seguíamos
en el mismo lugar, desde lo lejos podíamos ver las luces de tierra.
Entramos puesto que la
noche estaba fresca y nosotros hambrientos. Por dentro era bastante espacioso,
la nave contaba con cocina, un comedor y una parte de sala, mas en el fondo
estaba la habitación principal, era bastante cómoda y espaciosa.
Ahí estaban mis
maletas, me sorprendí de ver mis cosas, me gire y mire a Tom acusándolo
con la
mirada.
Tom: tu hermana fue la
de la idea –reaccionando a tu mirada.
Tu: ¿osea que todos
estaban conspirando? –sorprendida.
Tom: digamos que recibí ayudita de aquí y de allá
El se encogió de
hombros y yo no pude evitar sonreír, camine y lo bese en la mejilla, él me miro
algo sonrojado mientras yo solo podía
seguir sonriendo. Lentamente lo empuje fuera de la habitación a lo que él hizo
pucheros, pero debía cambiarme de ropa y ponerme algo cómodo. Estos kilos y
kilos de tela me estaban cansando rápido.
Me deshice de mi
vestido y me coloque un vestido de dormir bastante fresco, debajo llevaba mis
bragas sin brasier, pero realmente quería estar cómoda y mi pijama cubría bien. Solté mi cabello, lo cepille y luego hice una trenza con el.
Cuando termine salí de
la habitación y busque a Tom, se encontraba en la cocina haciéndonos algo de
cenar.
Tu: wow ¿Qué prepara
nuestros majestuoso chef?
Él sonreía mientras
seguía cocinando.
Tom: lo que mi reina me
pida
Tu: mm… ¿lo que sea?
Me acerque a él abrazándolo por la cintura mientras recargaba mi mejilla en su espalda. De un
momento a otro él se había girado y me tomaba entre sus brazos, nos miramos por
largos segundos. Hasta que me sentí demasiado avergonzada que mire hacia otro
lado riendo.
Tu: ¡deja de
observarme! Me pones...
Tom: ¿te pongo? –Alzo
una ceja-
Tu: me pones nerviosa
–sonrojada mirando hacia otro lado.
Tom: me gusta que te
pongas así
Ambos sonreímos de
nuevo, realmente no sabia que responder. Me hizo mirarle con
delicadeza
tocando mi mejilla, realmente quería besar esos dulces y carnosos labios, lo
deseaba tanto que no poda ocultarlo. Una sonrisa burlona se formo en él para
que después nos acercáramos lentamente a besarnos. El principio fue lento y
delicado pero después sus fuertes brazos apresaron mi cuerpo levantando
levemente mi vestido. Su respiración era casi ronca y profunda, me excitaba de
miles de maneras escucharlo asi de profundo en cada beso.
Cruce mis brazos en
su cuello, al mismo tiempo que me levantaba para que cruzara mis piernas en su
cuerpo, me sentó sobre una mesa cercana y nos separamos levemente para
respirar, aunque fuesen segundos porque él ya estaba de regreso en mi boca.
Esta vez en busca de explorar más en mi interior con su lengua. Abrí mis
labios y la batalla comenzó. Desesperada quite su camisa de mi camino y la lance lejos. Toque su espalda, tan formada y dura, había estado ejercitándose y
eso me encantaba, sentirlo tan varonil mientras mis manos lo recorrían.
Sus manos recorrieron
mis piernas hasta perderse bajo la tela de mi vestido, era esa necesidad de
sentirnos de nuevo juntos, luego de meses de habernos extrañado.
Apagamos la estufa para
caminar hacia nuestra habitación donde, me recosté en la cama con él encima
mio, besando mi cuello, mordía con delicadeza mis hombros mientras yo suspiraba
cerca de su oído mi necesidad. Lo mire a los ojos y la luz de la luna que
entraba por una pequeña ventana nos iluminaba con delicadeza. Había extrañado
tanto su perfil, su nariz tan perfecta, sus ojos brillantes y sus labios que me incitaban a morderlos
hasta hacerlos sangrar.
Tu: ¿juntos?
Tom: ¿por siempre?
Sonreíste a su pregunta
con toques de inocencia.
Tu: sí, hasta que
nuestro amor dure
Tom: entonces, por
siempre…
Levantamos nuestros
dedos meñiques y nos hicimos una gran promesa esa noche.
Luego de que lo último
de nuestras ropas desapareciera, por fin nos sentíamos parte del otro. La forma
en que me acariciaba y besaba cada parte de mi ser era especial y magnifica.
Dije tantas veces su nombre para poder creer que esto realmente estaba pasando.
Realmente estábamos juntos, haciendo el amor como tanto lo había soñado.
Cada movimiento estaba
lleno de puro éxtasis, su mirada de satisfacción me hacia feliz, cada embestida
suya hacia mi cuerpo, era un apretón de manos, lo quería conmigo y solo
conmigo. No quería que nadie más viera esta fase de él nunca mas, solo nosotros
guardaríamos estos secretos del uno y del otro.
Cuando llegamos a
nuestro clímax fue el cielo, esa calidez que hacia tanto no sentía de nuevo estaba conmigo. Caímos rendidos pero felices, cubrí mi cuerpo con la sabana, de
pronto sentí como me tomo entre sus brazos y se giro conmigo para que yo quedara
recostada del otro lado pero con la sabana enredada entre ambos, reí divertida
mientras él besaba mi mejilla.
Tom: -suspiro. Extrañe
tanto estos momentos
Tu: si no me corres de
tu lado de nuevo, tendremos muchos mas
Tom: nunca mas lo haré.
Él me miro serio,
puesto que sabia que realmente aun estaba arrepentido de todo lo pasado, toque
con delicadeza sus labios en medio de la casi obscuridad y sonreí.
Tu: te creo…y te amo
Tom sonrió complacido,
beso mi mejilla y con su nariz roso esta misma con delicadeza.
Tom: yo también te amo
princesa
Inhalo profundo
escondiendo su rostro en mi cuello mientras me abrazaba de manera delicada pero
bastante fuerte, podía sentir el palpitar de su corazón en mi hombro derecho,
entendía lo que sentía, puesto que yo estaba igual. Ambos intentábamos
aferrarnos al otro para poder creer que
esto era verdad que no despertaríamos mañana y nos veríamos solos cada
quien en habitaciones distintas.
Había pasado la semana
mas fantástica viviendo en el yate con Tom, comíamos solo alimentos del mar,
volvíamos al muelle de vez en cuando para caminar un poco pero después volvíamos al gran charco y pasábamos grandiosos días relajándonos, disfrutando
vivir lejos del mundo y ocupándonos en nuestra relación. Pero todo cuento debía
terminar y después de esa semana debíamos volver a dar la cara al mundo y por
fin poner en orden todas nuestras vidas para empezar todo de cero.
En primera yo había
regresado a vivir a casa de mis padres porque ahora sí oficialmente Tom y yo no
estábamos casados, mi madre se había opuesto rotundamente a dejarme ir sin
haberme casado, no quise contarle mucho del tema a Tom puesto que tenia miedo
de que él aun no quisiese casarse conmigo. Él vivía aun en el apartamento que
había conseguido pero de vez en cuando luego de salir de mi academia pasaba a
“verlo” y a contarle sobre mi día, aunque eso me llevaba muchas horas ya que
por alguna razón siempre terminábamos hablando en la cama luego de habernos
dado una buena “bienvenida”. Debíamos ser algo discretos porque de nuevo no
queríamos que mi madre se enterara y nos armara un sermón de que debíamos abstenernos hasta el matrimonio. Otras veces era Tom quien iba a verme a mi
casa, aunque mi madre no lo soportara y siempre se encerraba en su habitación
cuando él estaba, a nosotros siempre nos causaba gracia, nos habíamos
acostumbrado a sus escenas, mi padre por otro lado siempre era amable y por
largos ratos hablaba con Tom, él nunca me decía de que hablaban puesto que eran
cosas de hombres, en fin ellos sabrán.
Yo había vuelto a
retomar mi carrera de diseñadora de modas, estaba buscando un local para
comenzar a vender mis diseños y quien sabe despues crearme una mejor línea con
exposiciones, pasarelas, etc. Por el momento iba de apoco a poco con mi
esfuerzo propio, Tom había decidido al final rechazar el puesto en el
F.B.I. sé que fue una decisión difícil
muchas veces me sentía culpable de eso, pero el siempre decía que ya hacia
mucho que había conocido su respuesta y
que realmente no le molestaba, muchas cosas de él habían cambiado y él mismo lo
sabia, yo lo veía bien de ánimos así que lo único que me quedo fue confiar en él. Pero obviamente aunque el hubiese aceptado yo lo hubiese esperado todo el
tiempo que necesitase.
En su lugar Bill había
tomado el puesto, Tom se veía orgulloso de su hermano menor y eso me hacia
feliz. Al final Tom había decidido seguir siendo policía, pero era instructor para novatos ahora daba clases para entrenarlos y también dando clases de
defensa personal a quien lo necesitase. Cuando lo veía hacer su trabajo, lo
veía feliz, él hacia lo que mas quería, enseñaba a la gente a protegerse a si
misma, era algo que mas me enamoraba de él, siempre se preocupaba por la
seguridad de los demás antes que de sí mismo. Confiaba en que todo estaba bien,
él hacia algo divertido que lo mantenía vivo, era lo que amaba y yo no me entrometería
entre sus sueños, aunque él muchas veces me había dicho que su sueño mas
importante era estar conmigo, me hacia sonrojarme y tranquilizarme.
Hoy día, me encontraba
en el local que pronto seria mi tienda de ropa, veía como los arreglos del interior iban, realmente quería ver que cada detalle fuera como yo quería. Así que observaba el trabajo de los trabajadores y del diseñador. Había quedado con
mi hermana Ana para vernos en unas horas, Tom como siempre estaba trabajando
pero ya nos veríamos por la noche ya que íbamos a cenar juntos con mi familia.
De pronto veo que por la puerta viene entrando mi hermana con una sonrisa en su
rostro.
Tu: Hola Ana
Ana: Hola hermanita
¿Cómo va todo?
Tu: bien, de acuerdo a
lo pensado en unas semanas más y todo estará listo para la apertura
Ana: me alegra escuchar
eso, ya le conté a todas mis conocidas sobre tu línea de ropa y están emocionadas por visitar tu tienda –decía en tono de emoción.
Tu: Muchas gracias! –sonriendo-
enserio Ana, no se que seria de mi sin ti
Ana: no pasa nada,
siempre cuidare de mis hermanitas menores, para eso somos familia
Ambas sonreímos
mientras nos dábamos un apretón cariñoso de manos. De pronto siento que en la bolsa de mi chaleco mi celular comenzaba a vibrar, era una llamada de Tom. Me
parecía raro ya que por lo general a estas horas estaba dando clases.
Ana: ¿Quién es?
Tu: Tom…-la miraste
extrañada, luego contestas- ¿Tom? ¿Qué pasa?
Pero me dio un susto en
cuanto escuche la voz de un hombre desconocido.
-¿Señorita (Tu nombre)?
Tu: ..sí…¿Quién habla?
–confundida.
-hablo de la escuela de
policías…-hablaba con mucha seriedad- debo informarle que…
Ese hombre hablaba
demasiado lento, tuve que tomar mi celular con ambas manos porque realmente me
estaba comenzando a asustar, su voz era demasiado seria y baja como para hablarme
de algo bueno. Por mi mente solo pasaba Tom y nada mas. Mi respiración queria
descontrolarse, mi corazón palpito fuerte pero intente tranquilizarlo.
-su novio…el agente
Tom…él…
Tu: ¡dígame! No se
detenga por favor, solo dígalo ¿Qué le paso a Tom?
-él…necesitamos que
venga, es por un asunto importante, ha ocurrido algo…-serio-
Tu: …¿Qué? –Susurraste
con un hilo de voz- p-pero…¿Qué es? ¿Esta bien? ¿Cómo se encuentra? ¿Por qué él
no me habló?
-solo puedo decirle
eso, es mejor que usted lo vea por sí misma, realmente es importante señorita
por favor apresúrese…
Tu: sí, sí, y-ya voy…
Rápidamente colgué y
mire a mi hermana quien estaba aun a mi lado observándome con su rostro de
confusión. Yo realmente no estaba bien, miles de cosas pasaban por mi cabeza y
el miedo quería invadirme.
Ana: ¿Qué sucede (tu
nombre)? ¿le paso algo a Tom?
Tu: no lo se…debo ir
con él. Tengo que ir.
Rápidamente me despedí del diseñador y deje encargada a mi asistente. Salí con rapidez pero estaba hecha un manojo de nervios así que Ana decidió que ella me llevaría, en el
camino hablamos sobre lo poco que sabia pero ambas estábamos realmente
confundidas y preocupadas por lo que pudo haber ocurrido. Yo solo esperaba que
todo estuviese bien, ya muchas cosas habían sucedido en nuestras vidas, no
podía creer que todo lo malo nos sucediera a nosotros. Tan pronto llegamos a lo
lejos divisamos algunas patrullas con las luces encendidas. Todas estaban
estacionadas como en un círculo y ahí estaba una línea de cinta policíaca cercando un pedazo de terreno. Había varios policías, tal parece que sucedía o había sucedido algo. Mi mano tembló al ver todo ese alboroto, solo esperaba no
tener que ver algo demasiado horrible. Solo esperaba que Tom pronto apareciera,
solo eso.
Bajamos y yo camine
hacia el lugar, un policía me detuvo de pronto.
-¿señorita (tu nombre)?
-sí, soy yo…-nerviosa-
¿Qué sucedió? ¿Dónde esta mi novio? ¿Dónde esta Tom?
Él policía se veía
demasiado serio, él miro hacia los demás quienes también me miraban, yo conocía
a varios, eran compañeros de Tom. Todos me miraban con algo de tristeza o
lastima, no entendía lo que decían con sus miradas. Mi hermana estaba mi lado y yo solo quería gritar por Tom. De
pronto el policía hablo de nuevo.
-venga conmigo,
necesitamos que vea algo…
Él caminó, hacia donde
la cinta amarilla de ‘Prohibido el paso, policía’ cercaba un pedazo de terreno. Mis manos temblaban un poco, estaba muy asustada podía sentir que mi corazón se
estrujaba del miedo. Él levanto las cintas y yo pude pasar, había otros
policías dentro tapando mi vista, pude ver a unos paramédicos del lugar,
quienes hacían su trabajo. Había…había una camilla, respire profundamente pero
el aire no llego a mis pulmones debido al miedo. Debía ser fuerte no debía
llorar.
Camine con miedo hasta
que llegue a ellos, me abrí paso al principio pero después todos me miraron y
ellos solos me dejaron pasar. Mi corazón tembló en cuanto vi que Tom era quien
estaba recostado en la camilla, lo mire y tenía sus ojos cerrados, los paramedicos
se alejaron un poco para que pasara.
Tu: Tom…-con miedo en
tu voz-…¿Tom? –con voz suave-
Mis labios temblaban y
mis piernas no me respondían. Lentamente levante mi mano para tocar su rostro,
nadie decía nada, todo era silencio en el lugar podía sentir el el aire soplar
ya que estábamos en un lugar al aire libre. Toque su rostro con delicadeza y
tenia sus mejillas algo frias, me asuste tanto que un pequeño suspiro salió de
mis labios sin previo aviso. Todo me daba vueltas y tenia mucho miedo. Apenas iba
a comenzar a llorar cuando Tom abrió con lentitud sus ojos.
Tom: …-¿(tu
nombre)?...-susurro con voz débil-
Asentí despacio mientras
mis labios hacían una mueca de nervios y preocupación. Mi mano estaba en su
pecho mientras lo sentía respirar, me miraba como si estuviese despertando de
un sueño, pero la camilla no dejaba de asustarme. ¿Por qué estaba ahí? ¿Qué
había pasado? ¿Estaba herido? ¿Qué? ¿Qué sucedía? ¿Por qué nadie decía nada?
A él lo cubría una
pequeña cobija de los paramédicos sus manos estaban debajo de ella, pero a mi lo único que me importaba era que él me hablaba.
Tu: Tom…¿Qué sucede?
–con voz débil- ¿Qué tienes?...
Quise llorar, mis ojos
picaban, pero debía ser fuerte por él, por mi. Él me seguía mirando sin decir
nada, hasta que…
Tom: Oye linda…sabes
que eres lo mejor de mi vida ¿verdad? Sabes que eres lo mejor que me ha pasado
y que te he hecho llorar mas veces de las que quisiera contar. Aun no…no
entiendo porque me quieres, solo se que te quiero por igual y que pase lo que
pase quiero estar contigo. ¿lo sabes, cierto?
Asentí mordiendo mi
labio, apreté mi mano un poco a su camisa ¿Por qué decía todo esto? ¿Por qué
parecía que se despedía? Yo no quería que se fuera a ningún lado solo quería que me abrazara muy fuerte, ¿Por qué se veía tan débil? ¿Por qué?
Tu: ¿te estas
despidiendo…de nuevo?
Él no respondió tan
solo sonrió de una manera leve y pequeña. Me miro de nuevo mientras sus ojos brillaban, el cielo azul se reflejaba en ellos.
Tom: Nunca creí que
encontraría a alguien como tu, brillante, valiente, dulce, fuerte, bonita y mandona –intentaste sonreía por eso ultimo pero realmente la preocupación era
mas grande- pero sobre todo especial…-paso saliva con lentitud- especial para
mí. Solo para mí. A pesar de que todos se hayan opuesto a lo nuestro, a pesar
de las caídas y las peleas quiero que sepas que siempre estas presente en mi
mente, que todo lo que hago y he hecho es para ti. Te amo como nadie mas lo
hará y me alegra que me ames también, me siento afortunado por tenerte conmigo
y siempre lo recordare donde quiera que vaya…
Sus palabras me
asustaban mucho ¿Por qué todo parecía tan triste aunque fuera tan bonito?
Tom: por eso…-te miro con ternura- quiero pedirte una ultima cosa…
La respiración se había
detenido. Mi corazón no palpitaba, todo para mi se había detenido, mis ojos
brillaban de las lagrimas que querían salir. Temblé y mi mano se apretó a su
pecho aun mas. No podía decir nada, solo quería mirarlo y grabar cada facción,
cada palabra, todo.
De pronto sus manos se
movieron de debajo de la cobija, las mire y en ellas había un objeto, era…era
una caja negra pequeña. De pronto la abrió y en ella había un hermoso anillo
con un diamante en el centro que brillaba como una estrella a la luz del día.
Mi boca se abrió
lentamente dejando salir el poco aire de mis pulmones, mi razón había
desaparecido no entendía nada ni podía razonar. Luego escuche su voz.
Tom: ¿te casarías conmigo? –Sonrió-
Cubrí mi boca con mi
mano en un acto de sorpresa, una lagrima cayó por mi mejilla mientras lo miraba sonreír, todo el ambiente cambio en el lugar en segundos. Ahora todo era mas
¿alegre?
Retrocedí dos pasos
cuando lo vi levantarse de la camilla y avanzar hacia mi arrodillándose con el
anillo hacia mi. Yo…yo no podía respirar, intentaba decir algo pero las
palabras se me atoraban en la garganta, las lagrimas caian con rapidez por mis
mejillas como si de autos en autopista se trataran. No podía quitar la mano de
mi boca, estaba tan sorprendida que por un segundo olvide como hablar o que
decir. Lo mire ahí esperando por mi respuesta mientras me miraba con
tranquilidad, una sonrisa en sus labios y una caja con un anillo en sus manos.
Tu: …y-yo…-voz poco
audible.
Avance un paso y lo
mire, coloque mis manos en mi pecho, todos esperaban mi respuesta y yo no
recordaba como hablar!
Tu: …sí…-sonreíste.
Apenas dije esa palabra
todos aplaudieron y Tom sonrió con alegría, intente tomar el anillo pero estaba
temblando mucho. Él lo tomo en sus dedos y después con delicadeza lo coloco en
mi mano en mi dedo anular. Pude notar que también temblaba un poco, cuando el
anillo estuvo por completo en mi dedo. Su mano no soltó la mía, lo mire y él me
miro, ambos sonreímos, apenas reaccione me tire a sus brazos y lo abrace con
fuerza y él a mi. Podía escuchar como todos chiflaban y gritaban felicitaciones
mientras aplaudían sonriendo. Tom me abrazo con fuerza y susurro en mi oído.
Tom: oficialmente comprometidos
No pude decir mas, solo quería tenerlo conmigo por siempre, todo el miedo se había convertido en felicidad pero no podía parar de temblar. Todos gritaron beso en coro y
nosotros solo nos miramos sonriendo luego nos acercamos para besarnos como
nunca. Era algo vergonzoso puesto que nos veían pero realmente aquel poderío y
amor en aquella simple acción me hacia estremecer hasta lo mas profundo. Sus
manos me tomaban de la cintura mientras nuestros labios seguían rosándose entre
sí, lentamente nos separamos sin dejar de vernos. Podía sentir el amor de Tom y
él el mio, ahora sí que eramos una pareja.
Después de eso ya me
explicaron que todo había sido un plan sorpresa de compromiso en el que todos
estaban de acuerdo incluso mi hermana Ana quien también había fingido no saber
nada. Luego de eso, caminamos hacia la parte donde estaban las mesas y todo
listo para la fiesta de compromiso. Mi demás familia también estaba ahí lista
para felicitarnos. La madre de Tom, Bill, Gustav, Georg, Andreas. Toda nuestra
familia, amigos y conocidos nos felicitaron por nuestro compromiso. Había sido
una grandiosa sorpresa que Tom había hecho para mi con ayuda de todos ellos y se
los agradecía mucho. Incluso mi amiga Rita estaba ahí, ya conocía toda la verdad, solo me felicito y me deseo lo mejor, iba de pareja de Gustav y eso me
alegraba mucho. Ambas reímos emocionadas como chiquillas de 15 años cuando veíamos
mi anillo.
Fue una fiesta
sensacional, baile con mi padre, mi madre también estaba ahí solo que no tan
feliz pero no permití que me arruinara uno de los mejores momentos de mi vida,
debía acostumbrarse a la idea de que pronto me casaría con Tom. Aun no había
fecha pero queríamos que fuera pronto e igual de linda que nuestro compromiso.
4 meses después
Mi boda había sido la más
intima y preciosa de todas, no habíamos hecho la gran boda del siglo. Había
sido algo especial y solo de familia y amigos cercanos, los cuales eran
bastantes asi que al final sí nos divertimos bastante. Tom y yo nos habíamos
casado 4 meses después de nuestro compromiso, mi vestido había sido hermoso,
largo y con detalles preciosos, mi velo era largo y en mi cabello había
florecillas blancas, Tom se había visto guapísimo en su traje negro, su cabello
seguía algo largo y tenia algo de barba, la había retocado ese dia, pero para
mi siempre luciría de lo mejor. En nuestra ceremonia al aire libre el padre
había leído todo sin ningún problema de que alguien entrara y detuviera la
boda, reíamos recordando aquel momento. Cuando ambos habíamos aceptado fue el
momento de mas hermoso de mi vida, nos besamos y todos aplaudieron por nuestra
felicidad. La fiesta también había sido al aire libre, ambos amábamos la
libertad y lo natural. Todos nos habían felicitado pero lo que nosotros mas
queríamos era poder estar juntos en nuestra luna de miel. En todo el festejo
estuvimos muy acaramelados pero al final era nuestra boda y podíamos hacer lo
que queríamos.
Nuestra luna de miel
había sido en el lugar donde habíamos ido a acampar, cerca de las montañas,
pero en unas cabañas románticas y privadas, alejados de los demás. Era temporada
de frió y nuestra promesa se había cumplido habíamos regresado para pasar los mejores días de nuestras vidas. En todo momento nos amábamos, nunca entendía
porque entre mas hacíamos el amor, mas queríamos volverlo a hacer. Pero sí, lo
habíamos cumplido, entregarnos el uno al otro siempre.
Ahora el tiempo había
pasado dos años de matrimonio nos respaldaban. Mi padre nos había regalado una
casa por nuestra boda. Nos opusimos al principio pero él no cedió y ganarle era
difícil ademas él no quería que nos alejáramos de la familia y por eso decidió
regalárnosla, al final aceptamos agradecidos, sí que tenia el mejor papá del
mundo.
Vivíamos mejor que
nunca, en nuestro grandioso hogar, estaba lleno de felicidad puesto que Tom y
yo intentábamos llevar lo mejor posible nuestro matrimonio, claro de repente
había peleas pero estas no duraban mucho y eran por cosas pequeñas. Mi tienda
de ropa era otra parte de mi felicidad, diseñaba y vendía con gran gusto.
Tomaba clases de diseño en horas libres y aun asi cuidaba de mi esposo y mi
hogar. Tom era un gran maestro de artes en defensa, tenia grupos de niños y
personas quienes habían sufrido traumas con robos, asaltos y cosas como las que
me pasaron a mi, les enseñaba a seguir adelante y defenderse por su propia
cuenta. Estaba realmente orgullosa de él.
Un dia mientras Tom
regresaba de su trabajo. Entro a su casa como siempre y dejo su maleta deportiva en el piso.
Tom: (tu nombre) ¡ya
llegue! –aviso pero nadie respondió.
Dejo sus llaves en la
mesita de entrada y camino buscándote, por lo general a esta hora tu ya estabas
en casa y tenias algo de comida preparada, pero esta vez no sentía el aroma de
nada en el aire, es mas solo había silencio. Camino por la casa buscándote pero
no te encontró, le pareció extraño pero quizás aun estabas en la tienda, fue al
refrigerador por una botella de agua. Luego miro hacia el salón del comedor y
ahí sobre la mesa había dos pequeñas velas, extrañado se acerco a ver que
hacían prendidas. Había pétalos regados en la mesa y en medio de ellos un
sobre, parecía una carta, tenía su nombre así que la abrió. Era raro puesto que
no entendía mucho de lo que decía, pudo ver el nombre de una clínica en la
esquina pero seguía sin tener idea, de pronto vio tu nombre escrito ahí, luego más
texto sin sentido para él y al final la palabra ‘positivo’
Tom estaba extrañado
¿positivo? ¿Qué era positivo? Luego de pensar por largos segundos fue que una
idea llego a su cabeza. El tiempo se congelo para él, sus manos temblaron
levemente, no sentía que el aire pasara a sus pulmones. ¿Podía ser cierto? ¿Podía ser eso que él pensaba? ¿Era enserio tan afortunado? De pronto escucho tu voz
hablándole.
Tu: ¿ya entendiste de
que trata?
Él se giro con lentitud
a verte que sonreías recargada en el umbral de la entrada al comedor.
No podía
decir nada, coloco el papel en la mesa y luego miro tus manos. Las levantaste y
en ella sostenías nada más y nada menos que una prueba de embarazo.
Tu: comprobado al doble
–sonreíste aun más- ¡vamos a ser papás!
Sonreías a más no
poder, Tom parecía no reaccionar y eso te causaba gracia.
Tom: ¿d-de veras?
–nervioso.
Tu: claro que sí
tontito, todo aquel sexo no fue por nada, ¡dah!
Reíste burlista de su
shock emocional, de pronto el corrió a abrazarte y tu solo gritaste en sus
brazos. Era el hombre mas feliz de la tierra, te abrazaba besaba y apretaba.
Enserio que sí, su felicidad no podía ser contenida, no sabia que hacer, correr
por una cuna, ropa o seguirte besando o simplemente salir corriendo a la calle
para gritar la gran noticia. Por lo pronto lo tomaste con tus brazos y lo
miraste.
Tu: tendremos un bebé
–reiste.
Tom: nuestro propio
bebé –sonrio aun mas. Gracias!
Te abrazo de nuevo, te
protegió entre sus brazos y luego te dejo respirar.
Tom: oh, oh perdón ¿no
les hice daño?
Tu: no, claro que no,
nos encanta que nos mimes.
Ambos sonreímos y luego
lenta pero dulcemente nos besamos. Por fin nuestra familia comenzaría. Por fin
nuestro amor daría más frutos. Nuestro propio bebé.
Días después les dimos
la gran noticia a nuestra familia, todos estaban felices y nos felicitaron, los
regalos no tardaron en llegar. Tom comenzó a querer comprar las cosas de
nuestro hijo o hija de inmediato, no queria que siquiera me levantara de la
cama, aunque no llevase ni el mes de embarazo. Pero realmente me hacia feliz
que la noticia lo hicera a él también feliz, seria el mejor papá para nuestro
bebé.
4 meses después
Me encontraba
barrigona, mi bebé ya estaba creciendo y el desesperado padre queria verlo, asi
que habíamos hecho una cita con el ginecólogo para un ultrasonido. Habiamos
estado algo nerviosos porque seria la primera vez que veriamos a nuestro bebé,
sabíamos que no estaba perfectamente formadito pero seria fantástico verlo. Ha
como podía caminaba, realmente tenia muchos antojos y las noches no eran de
gran sueño pero Tom siempre estaba a mi lado asi que ambos estábamos afrontando
esto. Habíamos llegado a la clínica, esperamos en una salita del lugar. Esto me
recordaba a la primera vez que habíamos ido con un ginecólogo, donde aun no
estaba embarazada y apenas había perdido mi virginidad con Tom. Parecía que
apenas había sido ayer y ahora, ahora sí que estaba embarazada pero feliz. Tom
tomaba mi mano y con la otra acariciaba mi pancita, sabia que eso me
tranquilizaba y al bebé. Después fue nuestro turno, hice todo lo que debía, y
me colocaron el gel, estaba algo frio pero no tanto. Ambos mirábamos una
pantalla negra a nuestro lado. Estábamos bastante nerviosos, el doctor sonreía
al vernos tan impacientes..
Doctor: bien papás,
¿también quieren escuchar el palpitar de su corazón?
Tom: ¡sí!
Tom estaba realmente
emocionado, el doctor rio de sus nervios, luego movio algunas cosas y todos nos
quedamos en silencio. Luego coloco una palanquita sobre mi vientre y esperamos
mientras conseguía el sonido. Después de unos segundos un pequeño sonido se escucho,
eran como galopes de caballos pero en realidad cuando el doctor subio un poco
el volumen nos dijo que ese era el palpitar del corazón. Ambos apretamos nuestras
manos unidas, emocionados oyendo a nuestro bebé vivir.
Tom: es hermoso…
Sonreímos y luego mire
al doctor quien miraba la pantalla. Luego…
Doctor: esperen…algo…
El se quedo en silencio
y nosotros nos preocupamos un poco, luego el de nuevo escucho más de cerca.
Doctor: vaya –sonrió-
tal parece que –los miro- son dos
Tu: ¿Qué? ¿Dos que?
–confundida.
Tom: ¿d-dos bebes?
–sorprendido.
Doctor: asi es –el
doctor puso imagen en la pantalla y después de un rato nos mostro a un bebé,
quien solo chupaba su dedo, una lagrima cayo por mi mejilla al verlo y detrás
de él, escondido estaba su hermano, el solo estaba dormidito con sus manitas
frente a su cara. No podía detener las lágrimas de felicidad al ver a mis
gemelos. Habían sido una gran sorpresa. Tom tuvo que pararse a limpiar sus lágrimas,
no podíamos creerlo.
Después se acerco a mí
y ambos nos miramos.
Tu: seremos papás de
gemelos –sonreiste.
Tom: la historia se
repite –asentiste- ahora tendre a mas a quien mimar
Tu: vaya señor papá
espero que nos cuide bien
Tom: con mi vida si es
posible, por ustedes todo (tu nombre), todo.
Pego su frente a la mía mientras seguíamos escuchando el palpitar de nuestros bebés. Bese su frente y
ambos miramos a nuestros bebés, nuestra bendición, luego de la tormenta viene
la paz y ahora nosotros eramos testigos de eso. Lo único que pedía era que mi
vida siguiera así, con Tom a mi lado, con nuestros hijos, por siempre hasta el
final.
Gracias por leer! :3
esperen epilogo!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)